Ser Hombre!

Ser hombre…

Ser hombre es un privilegio divino. Claro que la testosterona y el
pene son parte de la magia, pero lo esencial es otra cosa.
Un hombre es la representación física ymental de una batalla ancestral que dio comienzo en las cavernas.
Días aquellos en que un hombre con un taparrabo y una vara, se enfrentaba a la ira de los relámpagos y a los zarpazos de las fieras para librar a su mujer y a su hijo de la muerte. El hombre es el instrumento forjado entre las tinieblas y el fuego para hacer posible la vida. Por fuera es una coraza perfecta de bíceps y destrezas donde el brazo es el arma y la mano es el cepo. Por dentro es un torrente de espermas que viaja, infatigablemente, hacia una vitalidad rotunda y eterna.
El hombre tiene de la roca la fuerza y del mar el rugido, su inconfundible carácter fue labrado en las guerras antiguas y su porte al andar le viene del viento y la tropa. Para forjar su lugar en la vida el hombre desplazó a la bestia, desafió al volcán y le plantó cara al océano. Aprendió a cazar y después a navegar. Su primera herramienta fue el ojo y su primer logro el camino. Con el ojo midió su destino, con sus viajes descubrió su trono. El aroma del hombre es inconfundible; viene de lejos y es una mezcla de tabaco, fulminante y resina. Olores viriles que enloquecen el olfato de las mujeres, señales secretas de su aspecto y su garbo. El hombre canta después de las batallas y toca la gaita cuando nacen sus hijos. Gracias a sus hijos, el hombre descubre en qué parte del pecho tiene el corazón.
El hombre tiene rituales grotescos y bellos: puñales certeros que se clavan en los postes y cervezas que se derraman de los odres. Tres son las naves preferidas del hombre: las tabernas, los galeones y las alcobas. Con ellas recorre el mundo en busca de botines para su alma insaciable y peregrina. Si no fuera por su barba el hombre jamás vería los espejos y si no fuera por el cansancio el hombre no tendría una cama. Hombre fue Aníbal con sus cuarenta elefantes, hombre fue Aquiles con su espíritu invencible y su talón de cristal.
Aun Adán y Narciso fueron hombres porque el hombre hierra cuando se enamora o cuando se extravía. Hombres fueron Jesús y don Juan, el uno porque levitó en la abstinencia y el otro porque se hundió en la lujuria… Al hombre le basta con su presencia. Un hombre es sencillamente eso; un hombre: fácil de escribir como las letras, simple como un celular o un martillo, pero de carne, huesos y con gran corazón!