Perfiles de mi Tierra: Juan Edilberto, Más que un gran hombre, un gran amigo!

Juan Edilberto López Rodríguez… “Más que un gran hombre, un gran amigo”

Mientras escribo estas líneas, deambulan en mi memoria varios recuerdos gratos que no es fácil acomodar en un artículo que quedará a medias dado a mi situación de aprendiz de escritor y la bonanza histórica de este noble y digno personaje Virtudeño, apto para servir a los demás, comprometido con su familia y con su Pueblo, digno ejemplo de simpatía y cordialidad.

A menudo lo vi caminar rápidamente desde su casa hasta el comando militar para intermediar con los oficiales de cerro que jefeaban el puesto castrense en el Municipio de La Virtud y alrededores y de alguna forma poder defender la vida y los bienes de muchos e incontables pobladores que eran sometidos por el conflicto armado y rebelde de los Hermanos Salvadoreños, auge que también tuvo nuestro País en la época de los 80s producto de la guerra fría que abatió casi de igual forma a los dos países centroamericanos, todo esto sucedió cuando apenas yo, hacía uso de razón.

Erguido, de buen porte, afable, sereno, pausado, siempre lo vi así, como mi instructor silencioso en oratoria, consejero y asesor  eficaz de mis dichas y resabios, compañero siempre de mis éxitos y fracasos, en pocas palabras Él es como aquel Padre que nunca tuve pero que hallé en él.   

Servir a los demás sin distingos de raza, credo o afiliación política es todavía uno de sus mejores atributos aparte de ser Educador de profesión,  es músico, pintor, carpintero, etc. También es buen esposo, buen padre, excelente hijo, buen hermano, buen cuñado, pero sobre todo es un gran amigo.

La Virtud Lempira lo vio nacer un 12 de Junio de 1951, Juan Edilberto López Rodríguez es hijo de los señores Encarnación López y Genoveva Rodríguez quienes también procrearon a: Juvenal, Héctor Q.D.D.G. Jacobo, María Estrella Q.D.D.G. Silvia Estela, Reina Elizabeth, Margoth y José Encarnación.

Sus años de niñez los disfrutó en compañía de sus mejores amigos entre ellos: Ángel Antonio Escobar, Eleazar Rodríguez, Félix Orlando Serrano, Misael Andrade, Ángel Escobar, Lucas Ayala (hijo), los hijos de Don Manuel Escalante; Anaél, Elías y Manuel, con quienes potreaban en la plaza central.

Sus primeros mentores en la Escuela Urbana Mixta “Dr. Juan Lindo” fueron: Victoria Escobar, Anastasia Serrano, Lucas Ayala, Rafael Urbina, todos ellos maestros empíricos pero titulados con el esmero, rectitud y tesón.

La voluntad, intelecto, deseo y buen comportamiento, lo hizo sobresalir académicamente, por lo que, ante tales destacadas cualidades, su Abuelo Materno Don Eulalio Otero Martel, viajó a Tegucigalpa para solicitar a su amigo Tiburcio Carías Andino una beca de estudios y así iniciar estudios en el Instituto Departamental Dr. Ramón Rosa de Gracias Lempira, obteniendo cinco años después, el Título de Maestro de Educación Primaria, gracias a la dedicación y aprovechamiento que ya eran parte de su personalidad, sumando también el sacrificio y obstáculos superados ya que de La Virtud a Gracias se transportaba a lomo de mula, trayecto que recorrían en 3 días, 2 veces al año, (en Febrero para iniciar estudios y en Noviembre al clausurar y retornar de vacaciones) los dos viajes anuales lo acompañaba su Sr. Padre.

Su labor docente la inició en 1972 en la Escuela Urbana de Lepaera Lempira pero tres meses después fue trasladado a la Escuela Rural Mixta de la Aldea Matasano del Municipio de La Iguala, Lempira.

El año 1973 sirvió como director y docente en la Escuela Rural Mixta “Cristóbal Colón” de la Aldea La Hamaca, Municipio de Mapulaca siempre jurisdicción del departamento de Lempira. Tres años después, precisamente en 1976 se acercó más a su Pueblo y a su gente al ser trasladado a la Escuela Rural Mixta “Miguel Paz Barahona” de la Aldea El Morral de La Virtud Lempira.

Llegó a la Escuela Urbana Mixta Dr. Juan Lindo” de  La Virtud Lempira en el año 1979 como Maestro Auxiliar, puesto en el que se desempeñó con acierto casi 20 años a beneficio de la niñez y juventud Virtudeña.

Su ciclo en la docencia nacional lo termina en la Escuela de Niños República de México en el Municipio de Puerto Cortes, Cortes, desde el año1998 alcanzando su jubilación ocho años después, precisamente el año 2006 con 32 años de servicio.

El mayor logro mancomunado de su vida fue gestado en el salón de sesiones de la Escuela Juan Lindo, cuando promueve entre algunos señores de la talla de: Aquilino Abrego Sosa, Fernando Abrego, Juan José Escobar, Heriberto Quijada, las señoras: Justina Rauda, Ofelia Ayala, María Yolanda Rodríguez y el apoyo incondicional  del Médico en Servicio Social, Virgilio Alvarado, quienes iniciaron el proyecto de fundar un instituto para brindar el pan del saber a todos aquellos que después de terminar la educación primaria, pudieran aquí mismo instruirse en el Plan Básico, situación que se hizo realidad después de incontables reuniones y viajes a Tegucigalpa en Marzo de 1982.

Funcionó de primera mano, como Instituto Nocturno La Virtud, su primera matricula fue de 24 alumnos en 1er Curso de ciclo común, entre ellos; Andrea Franco, Guadalupe Antonia, María Justina, Eldibrando Abrego, Abigaíl Abrego, Hernán Escalante, Francisco Molina, Hermen Alvarenga, Maritza Molina etc. Varios de ellos continuaron sus estudios en La Escuela Normal Justicia y Libertad de Gracias Lempira poniendo en alto el Instituto al alcanzar coronar su carrera con excelencia académica, seis años después aquella idea empieza a dar sus primeros frutos al ver graduados a más de seis maestros que todavía se desempeñan  eficientemente en algunas aulas del sistema educativo nacional.

Fue parte del personal docente y administrativo del Instituto La Virtud, en aquel orden jerárquico fungían: Prof. Aquilino Abrego Sosa Director, Sub-Director y Secretario Prof. Juan Edilberto López Rodríguez, Tesorero Prof. Francisco Mejía, Docentes: Profesora Justina Rauda, Profesora Ofelia Ayala, Prof. Heriberto Quijada, Prof. Marcial Milla Cárcamo y la Profesora María Yolanda Rodríguez, haciendo notar que laboraban a cabalidad en los cargos administrativos  AD HONOREM (sin remuneración o sueldo) y los de trabajo docente devengaban un sueldo de L.1.50. ctvs. la hora clase. La lucha continuó ahora con los estudiantes como sus mejores aliados y en 1984 se logra la oficialidad del Instituto. Con justicia este grupo de emprendedores educadores y miembros de la sociedad civil le estaban haciendo el saludo a La Virtud y a Honduras diciéndole: Misión Cumplida, después de ver a exitosos  estudiantes sobresalir en la mayoría de los centros donde acudieron y siguen acudiendo en el nivel diversificado y fuera de La Virtud, en el nivel universitario.

El Prof. Juancho como le decimos cariñosamente en nuestro Pueblo, militante fiel del Partido Nacional, alcanzó altos cargos desde Presidente del Comité Local, varias veces Convencional Propietario, Activista de primera fila, pero dado a que su trayectoria política era notable y efervescente, desgraciadamente el alto nivel optó por cortarle las alas  cuando vieron en él un liderazgo marcado en su persona y en la zona. El año 1990 fue Supervisor General de Operaciones en La Empresa Nacional Portuaria, en Puerto Cortes Honduras, el año 2003 fue nombrado Súper Intendente de Zona Libre el Primer Parque Industrial en Puerto Cortes.

Pero su trayectoria como Profesional y como ciudadano no termina ahí, ya que el año 1993 se convierte también en uno de los fundadores de la Colonia Nuevos Horizontes donde actualmente es su residencia y además fundó la Escuela Nuestra Señora de Las Mercedes siendo él el primer Director y Docente a la vez.

Juan Edilberto López contrajo matrimonio con la Agraciada Señorita Norma Rosaura Urbina, el año 1976 con ella procreó cuatro hijos: Edwin Edilberto, Keylin Rosaura, Juan Carlos y Norma Yamileth, ésta última hija con su impecable hermosura, empezó representando a su Colonia  llamando la atención primero por su aventajado físico, segundo por los trajes típicos que exhibe, los cuales en su mayoría son diseñados y decorados por su Padre, de igual forma ha representado a Puerto Cortes en certámenes de belleza a nivel nacional, también ha puesto en alto nuestro País en eventos de igual magnitud en varias ocasiones fuera de nuestras Fronteras Patrias.

Como lo cité anteriormente siento que me quedo corto, al hablar y escribir sobre la vida, empeño, carisma y amistad del Prof. Juan Edilberto, ya que su trayectoria ha sido amplia y muy eficiente, pero soy de los que tienen como prioridad  decir lo que queremos decir, por eso…

Honor a quien honor merece y en vida ese honor dignifica más, ese es el objetivo que me trazo en la Sección Perfiles de mi Tierra y con el que hoy humildemente  condecoramos a nuestro estimado y apreciado amigo y educador.

Dios nos regale el privilegio de seguir gozando de su presencia a la vez que rogamos por su bienestar y el de su familia… Salud mi Respetado Maestro!!!

Por: Elder Martínez

Sep. 2012

La Virtud Lempira