Perfiles de mi Tierra…
Orlando Meléndez, Hombre Tenaz, Humilde y con Visión de Futuro.
La Virtud Lempira es un
progresado Poblado conformado por 15 Aldeas y 21 Caseríos, varias de éstas
aldeas y caseríos colindan con La Hermana República de El Salvador, en el Sur
del Departamento de Lempira, un Occidental departamento de Nuestra Honduras.
La precariedad en todos los
sentidos a veces no nos deja hacer clasificaciones, pero La Virtud clasifica
sus Aldeas de acuerdo a su apogeo, población y laboriosidad, sin olvidar nunca
la pujanza comercial pero sobre todo la prosperidad y desarrollo intelectual
así como el desarrollo académico de hombres y mujeres de cada población.
Guajiniquil, por su cercanía,
ímpetu, esmero y todas las demás capacidades antes mencionadas se convierte en
esa comunidad con grandes aportes, a tal grado que podríamos decir que
Guajiniquil, es el principal motor de desarrollo de La Virtud Lempira, ya que
cuenta con una sociedad educada, esmerada por la prosperidad y el desarrollo
comunal. Cuenta con dos grandes empresas generadoras de empleo y desarrollo
como ser: ”Constructora Meléndez”
(COMEL) y “Transportes Meléndez” sin dejar por un lado, los sendos negocios que
mueven la economía y satisfacen las demandas de la población económicamente activa
de ésta comunidad y las zonas aledañas.
En mi sección Perfiles de mi
Tierra hablaré de: Orlando Meléndez,
Impulsor de desarrollo, Inversionista de gran talante, con los pies sobre la
tierra es un hombre ejemplar, humilde, honesto y con la mesura de saber lo que
quiere, lo que aspira y lo que conviene en el momento preciso, amante de su
familia como un todo y de su natal Guajiniquil como su Prioridad.
Nació un 23 de Julio de 1971 ahí
mismo donde ve crecer y prosperar sus bienes, pequeño de estatura pero grande
en su manera de pensar y de actuar.
Inició sus estudios en la Escuela
Rural Mixta “José Trinidad Reyes” de la Aldea Guajiniquil, en su comparecencia
para ésta página sociocultural-informativa nos expresa que recuerda de manera
grata y melancólica el ejemplo, la abnegación y la cordura del Prof. Y Maestro
de generaciones Manuel de Jesús Ortega, profesional insigne, de grandes
principios y valores, con un pulido accionar en el ir y devenir de la educación
del Municipio de la Virtud, y que aunque ya es un Maestro Jubilado dejó el
recuerdo solemne y un legado invaluable en la niñez y juventud de quienes fueron dicentes de éste Singular Mentor,
según mi interlocutor Meléndez.
Orlando, Luego pasó sin
vacilación a las aulas del Instituto Oficial “La Virtud” en éstos primeros
nueve años de vida estudiantil, superó las más grandes necesidades, ingratas vicisitudes,
evadiendo momentos difíciles que a diario experimentaba y que mezclaba con su
rutinario vivir, cumpliendo en el estudio y haciendo todo lo concerniente en su
casa, apoyando a sus padres y hermanos en la laboriosidad del campo y el
pastoreo de ganado vacuno. Posteriormente se trasladó a las pampas de Macuelizo Santa Bárbara,
específicamente en Casa Quemada sector de El Virrey, internándose en La Escuela
Agrícola “Pompilio Ortega” donde tres años después exactamente el año 1993
tituló su profesión de Técnico
Profesional Agrícola (Agrónomo) estos tres años de instrucción curricular,
fueron en resumen un proceso riguroso con sacrificadas faenas de campo,
capacitación especializada y mecanizada, con equipo pesado de agricultura .
En éste centro de Minerva,
(Pompilio Ortega) Orlando, se dió cuenta de sus grandes facultades, sobresalió
en casi todo, fue un estudiante decidido, consciente, aplicado, rindiendo a
cabalidad en todas las labores a él encomendadas. El futbol que desde su niñez
fue su complemento para disipar y evadir sus penas, se convirtió en el
aliciente y confort llegando a jugarlo bien, tanto así que los compañeros de
oncenas deportivas lo clamaban por sus habilidades y olfato de gol que en casi
todo los debuts provocaba ante cualquier adversario. Siempre fueron sus mejores
cualidades en la cancha, caballerosidad, respeto, decisión y gallardía, las que
combinaba con su buena técnica y certeza a la hora de convertir una jugada en
gol.
Tiene por Padres a los ejemplares
Señores: Don Vicente Meléndez y Doña Florencia Bonilla, quienes le inculcaron
en el hogar el respeto, la honestidad y humildad: tres pilares donde se
cimientan las mejores y más exitosas personalidades, que dejan como legado,
generaciones capaces de hacerle frente a cualquier imprudencia de la vida.
Sus progenitores, conformaron una
familia numerosa de seis Varones y cuatro Hembras, en su orden de nacimiento:
Amparo, Albertina, María Blanca, Facundo, Joaquín, Paula, Orlando, Mateo, Dimas
y Pedro, todos ellos con ventajas económicas considerables, pero sobre todo,
actuales constructores de su propio destino.
A falta de un trabajo digno para
realizar sus sueños y cumplir sus propósitos, como le sucede a muchas personas
en éste País inmisericorde, con desequilibrios sociales e inequidad en la
distribución de la riqueza, Orlando, viajó de “mojado” a Estados Unidos de América, donde empezó a trabajar constantemente
en jornadas de hasta diez y doce horas, sin olvidar que en éste País de
Norteamérica, vale el idioma, vale la actualización diaria, vale pensar en
grande y se vale invertir para ser grande.
Es así como en pocos años de su
estancia en éste Nación Anglosajona, ingresa por sus propios costos económicos
a La Comunidad Norteamericana de Virginia (NOVA) y toma clases básicas de inglés
para agrandar las posibilidades de ser un bilingüe, sirviéndole a tal grado que hoy en día posee licencia para
invertir en bienes y raíces, principal fuente de grandes ingresos en la mayoría
de Países Capitalistas como Estados Unidos.
En Guajiniquil ha puesto en
movimiento sus recursos económicos por medio de una Empresa denominada:
“Constructora Meléndez” (COMEL) donde además hace sociedad con su Hermano Dimas y su Primo Hermano Carlos Meléndez,
contando con equipo de punta como ser: 3 Tractores, 2 Motoniveladoras
(Patroles) 1 Retroexcavadora, Volquetas
y Camión de Transporte de Equipo Pesado, sumado también a éste patrimonio y
membresía de bienes, un acondicionado edificio donde aloja equipo y personal
con adecuados dormitorios, zona para parque vehicular y bodegas. Según los
vientos que soplan, muy pronto, Orlando y sus socios, serán propietarios en el
Municipio de La Virtud, de una Gasolinera con todas las comodidades y servicios
de un expendio de ésta naturaleza en cualquier estamento del País.
Orlando que en su juventud
milpeaba en los altibajos de Guajiniquil, jugaba fútbol por las tardes en
laderas y calles estrechas, pastoreaba y ordeñaba vacunos para su subsistencia,
ha pasado a fortalecerse en todos los sentidos, sin enfermarse por lo que
tiene, sino más bien, se esmera por devolverle algo a su tierra, ya que con su
aporte, perfecciona la idea de conformar
una orquesta que deleite a propios y
extraños con música genuina de nuestra tierra para preservar y fortalecer
nuestra idiosincrasia y nuestra religión.
Pero no todo en su vida ha sido
de mejor suerte más que conocer a una encantadora y sensual Brasileña que en
poco tiempo de relación la convirtió en su esposa.
Priscila de Meléndez junto a
Orlando han procreado dos hermosos
hijos: Yackueline Melendez de 9 Años de
edad y Kenneth Isaac de 6 Años.
No se duda que Orlando junto a su
agraciada y hermosísima esposa más la grata compañía cotidiana de sus adorados
hijos, seguirán aumentando sus riquezas no solo materiales, sino también espirituales
para fortalecerse y seguir construyendo el futuro que ellos anhelan como
personas, como vecinos y sobrevivientes
de estas tierras pertenecientes al mejor y más bello País que se llama
Honduras.
En la actualidad Orlando, es Ciudadano Americano en los Estados
Unidos de América, después de haber obtenido el año 1998 su Permiso Temporal
para Migrantes (TPS) beneficio del que miles de Hondureños y particularmente
Virtudeños gozan en éste momento.
Que la gracia de Dios, se pose sobre Él y su familia, son nuestros mejores deseos.
Con la certeza de conocer a un Orlando sincero y cabal, abogo por que le suceda
lo mejor y que sus éxitos se sigan multiplicando en cada acción que decida
emprender y realizar en su ya exitosa vida Mercantil que optó al dejar los
caballos y las vacas, aves y porcinos, plantas y técnicas de cultivo, por de la
mercadotecnia, bienes - raíces, y el de, el empresariado en particular.
Desde lo alto caigan infinitas
bendiciones a Orlando Meléndez a su esposa e hijos… Dios les guarde!
Por: Elder José
Martínez Escobar
La Virtud Lempira
10 de Febrero de 2013